Una mirada política y económica al escenario electoral | FACEA UDEC

«Existe bastante evidencia empírica que respalda la hipótesis que de cuando las diferencias programáticas se reducen, el voto se orienta más por imagen, carisma e ideología.»

El próximo domingo 16 de noviembre los chilenos y chilenas regresaran a las urnas para ejercer su derecho nuevamente a elegir presidente y nuestros representantes en el Congreso, elemento fundamental de una democracia representativa.

Llama profundamente la atención el gran número de candidatos a la presidencia y a un cupo parlamentario, lo que se hace evidente al ver la franja política, los debates y la información que está disponible en las redes sociales. Sin embargo, a pesar de ello podemos observar un grado importante de coincidencia y sintonía de las distintas fuerzas políticas con los temas que son importante para los votantes en general. En efecto, si tuviéramos que agrupar estos temas rápidamente podríamos concluir que la economía y el crecimiento, seguridad y delincuencia, y migración son efectivamente los que copan la agenda temática de los candidatos. Debemos decir que este escenario político con estas coincidencias no siempre ha sido el caso en elecciones pasadas.

Si hacemos memoria de las últimas tres elecciones presidenciales, claramente los temas eran distintos en muchos de sus contenidos. Entre ellos había un fuerte debate entre crecimiento y equidad donde una de las posturas era seguir creciendo para mejor el bienestar mientras que la contraparte política enfatizaba la necesidad de priorizar mejoras en la distribución del ingreso y la equidad con política sociales diseñadas para ello. De igual manera, otros manifestaban la necesidad de revisar o en el caso más extremo «pasar la aplanadora» al modelo liberar con respecto a aquellos que defendían la virtudes y beneficios del mercado y lo nefasto del Estado en la economía y libertades individuales. Claramente, se podían establecer las diferencias temáticas.

En la elección de hoy eso no se observa, muy por el contrario, como ya lo señalábamos anteriormente, hay coincidencia en los temas haciendo imposible prácticamente establecer en una primera lectura alguna diferencia, a menos que podamos entrar a revisar en forma detallada los programas de cada candidato o línea política donde se mezclan anuncios grandilocuentes con algunas iniciativas sin mayor profundización técnica, y que a pesar que pueda estar disponible no necesariamente está a la mano del votante promedio. De igual manera, la cantidad de información en los programas es de una magnitud inmanejable. Sabemos que las democracias y las economías funcionan mejor con voto informado.

Esto nos lleva a preguntarnos entonces cómo se va a elegir en nuestra próxima elección, dadas las características de este proceso electoral. Existe bastante evidencia empírica que respalda la hipótesis que cuando las diferencias programáticas se reducen, el voto se orienta más por imagen carisma e ideología. Este fenómeno se ha vuelto común en muchas democracias. En elecciones locales y parlamentarias en Chile, se ha observado que candidatos con alta exposición mediática y buena imagen personal tiene mejores resultados electorales que aquellos con programas más detallados.

Esperemos que una vez concluido estos comicios e iniciemos otro periodo presidencial y legislativo se pueda avanzar en los temas que mayoritariamente preocupan a los chilenos y chilenas, por medio de los acuerdos, de tal forma de mejorar la oferta de política pública.

 

Dr. Iván E. Araya Gómez, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción.

Columna opinión de El Sur, Viernes 07 de noviembre de 2025