Rosa Aguilera Vidal: una vida para la docencia
Oriunda del norte del país, la académica llegó a Concepción en la víspera de los ´70 y aquí se quedó. Desde esta capital regional ha aportado no solo a la UdeC en la que estudió sino que, a través de ella, a la formación de nuevos profesionales de todo el país y del extranjero.
Rosa Eugenia de Lourdes Aguilera Vidal nació en Copiapó. A los 18 años rindió la Prueba de Aptitud Académica (PAA) para ingresar a la universidad. Entonces ya tenía súper claro lo que quería estudiar.
Su padre había fallecido cuando tenía 6 años así es que una vez conocidos los resultados, con el permiso de su madre viajó con una amiga y compañera del liceo vino a conocer la Universidad de Concepción. Fue amor a primera vista. Antes ya había visitado la Universidad Técnica Federico Santa María en Valparaíso y la de Antofagasta donde también había sido seleccionada para ingresar.
Optó, sin dudas, por la UdeC. El campus le brindaba un entorno natural privilegiado que no había conocido, tranquilidad para estudiar y el poder interactuar con jóvenes provenientes de todo el país que cursaban distintas carreras y con ideas muy disruptivas en aquella época, lo que sumado a su preferencia clara por aprender economía la cautivó. En 1969 ingresó a la entonces llamada Escuela de Economía y Comercio. Recuerda que entonces el Campus llegaba hasta la Biblioteca y el edificio de Aulas.
En ese tiempo se entraba a la carrera de Ingeniería Comercial y el segundo semestre del primer año se podía inscribir cursos de economía, aparte de los obligatorios de la carrera para los mechones (álgebra, cálculo, derecho y lógica). Por este camino ella, junto a otros 9 compañeros, escogió la especialidad de Economía de un total aproximado de 80 ingresados por PAA, pues había otros alumnos que provenían del Propedéutico. No había mención, se egresaba como ingeniero comercial.
Ya inserta en el mundo universitario le era difícil viajar a ver a la familia. Se demoraba un día completo para llegar a Copiapó, así es que iba con suerte una vez al año.
Acá construyó familia y tuvo dos hijos, un niño y una niña, hoy de 46 y 43 años respectivamente.
Hitos de una vocación
Su vida docente, que inicia en mayo de 1974, ha estado marcada por tres hitos importantes: Primero, a partir del Programa de Perfeccionamiento Docente Universitario (PPDU) antes de los 80’s y, como profesor instructor del Departamento de Economía, tuvo que aprender lo que un docente universitario que no es pedagogo debe utilizar como herramientas y técnicas, tales como diseño y planificación del trabajo docente disciplinar y en equipo, diseño de evaluaciones pertinentes a los contenidos teóricos o aplicados, conocimiento y participación en cambios de planes de estudios, rol formativo que tiene que entregar el docente al discente más allá de lo técnico y que facilita el desarrollo integral del estudiante, señala Rosita Aguilera.
En un segundo tiempo, de 2004-2006 ejerció la coordinación y dirección del Proyecto de Docencia 04-024, sobre “Análisis estratégico de las Competencias y Habilidades requeridas por los Ingenieros Comerciales y Contadores Auditores para la Actualización de los planes de estudio”.
Detalla que “se aplicó una metodología de análisis funcional consistente en investigar las áreas de desempeño mayoritariamente demandadas para ambos tipo de profesionales, a través de cuestionarios a empleadores, a egresados, docentes, y estudiantes de los últimos años de la FACEA, para finalmente construir un perfil de egreso con determinadas competencias técnicas y genéricas, en base a los cuales se diseñaron los planes de estudios”.
Y, en 2014, tras cursar el “Diplomado de Educación en Competencias Genéricas” de la UdeC, participa en la implementación en la carrera de Ingeniería Comercial del “Modelo de Macro Competencias Genéricas” sello UdeC, iniciando la incorporación, junto a sus colegas, en los cursos de Economía de primer año y en los de la Línea de Especialización en Proyectos del pregrado, las macrocompetencias: pensamiento crítico, emprendimiento y trabajo en equipo, comunicación oral y escrita y Responsabilidad Social Universitaria. Lo que se busca es que los estudiantes desde la universidad tengan un desarrollo formativo integral y no solamente se les entregue conocimientos técnicos pertinentes a cada carrera.
Hoy a sus 71 años de edad sigue siendo inspirador y gratificante para ella el ejercer la docencia, en especial a los mechones y ha sido testigo privilegiada de cómo han ido evolucionando las generaciones a través de las últimas décadas. De la misma manera, su trabajo docente derivado de su especialidad que es la Evaluación Socio-económica de Proyectos le han permitido capacitar a profesionales del sector público desde 1984 hasta la actualidad en distintas regiones del país en estas materias.
Semestres inspiradores
En 2009, con un permiso de semestre sabático de la UdeC, partió a la Universidad de la República de Uruguay, Udelar, (en Montevideo) en virtud de un convenio entre esa universidad y la UdeC, permaneciendo en el Departamento de Economía de Postgrado. El compromiso era editar un libro con la participación como co-autores de los profesores Fernando Sepúlveda y José Fuentes, publicación que finalmente salió bajo el título “Preparación y Evaluación Económica de Proyectos de Inversión”, materializado en 2013, por la Editorial UdeC, Serie Cuadernos Atenea.
Destaca también “Evaluación Social de Proyectos. Orientaciones para su aplicación”, que se publicó en 2011 -encargado por la Udelar- dirigido a profesionales del sector público de América Latina. “Esta publicación vendría a complementar el Programa de Formación de Economistas en Cuba que financiaba la cooperación sueca, que ya funcionaba hacía varios años con diversos cursos y publicaciones desde la Udelar”, explica la académica.
Adicionalmente, en 2017, publicó un texto de apoyo a la docencia (de la Dirección de Docencia de la UdeC) “Evaluación social de proyectos. Ejercicios y propuestas de soluciones”, cuyo co-autor fue su alumno ayudante estrella Diego Carrasco Novoa, hoy candidato a doctor en Economía por la Universidad de Queensland (Australia).
En paralelo -desde 1988 a 2001- participó en la generación del Proyecto Eula que tuvo, recuerda, más de 16 subproyectos de investigación, en su mayoría de las Ciencias Naturales y uno destinado a investigar las Ciencias Sociales (Grupo de Planificación Territorial, con geógrafos, arquitectos, historiadores, antropólogos, cientistas sociales, economistas, entre otros). Eso, dentro del contexto del Proyecto Manejo de la Cuenca Hidrográfica del Río Biobío financiado por la UdeC y la Cooperación Italiana, proyecto que fue la base para fundar el “Centro EULA”, destinado a la formación e investigación en Ciencias Ambientales de la UdeC.
Más tarde, y siempre dentro de la línea de docencia, publicó en 2020 “Elementos de Economía para No Economistas”, cuya gestación inició muchos años antes, cuando comenzaba su carrera docente; una tarea pendiente entre sus sueños. Solicitó permiso para un segundo semestre sabático y se fue a la Universidad de La Habana en el
primer semestre de 2017. Allí trabajó en la edición de este libro que se publicó en 2020 por la Editorial de la UdeC, y que tiene como co-autora a la Prof. Paula Riquelme Aguilar, académica tiempo parcial, del Departamento de Economía de la Facea. El objetivo era entregar conceptos económicos en palabras simples y –cuando fue necesario- con datos estadísticos pertinentes a la economía chilena.
La veta social
Otra de las líneas de trabajo de la académica se concretó en las versiones 2020-2021 del programa “Prácticas con Impacto”, específicamente en el Taller de Nivelación en Evaluación Social de Proyectos difundiendo allí los conceptos técnicos de la especialidad, junto a la profesora Patricia Llanos especialista en contenidos de políticas, normas y procedimientos institucionales para llevar a la práctica iniciativas de inversión.
“Este programa busca aplicar los principios de la evaluación de proyectos a prácticas profesionales que generen impacto en las comunidades locales, a través de asesorías a los municipios para formular, preparar y evaluar proyectos concursables”, explica Rosa Aguilera y puntualiza que este programa fue propuesto por la profesora Marcela Angulo a cargo de la Dirección de la Unidad de Santiago de la UdeC, con la coordinación de la profesora Llanos que trabaja en dicha Unidad.
Este programa está dirigido a alumnos de pregrado de últimos años de la UdeC que tengan interés en trabajar en el desarrollo de proyectos de inversión en grupos multidisciplinarios y apoyados por las secretarías de proyectos de cada comuna y ponerlos a disposición de cada municipio para postularlos a financiamientos.
Hoy, Rosa Eugenia de Lourdes sigue con sus 48 años de docencia y con el mismo entusiasmo recorriendo las aulas de la Facea, entregándose con dedicación a sus estudiantes y a su Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas.
Admite estar feliz de hacerlo porque durante estas más de cuatro décadas de ejercicio docente ha visto pasar a muchas generaciones de jóvenes a los que alguna vez inspiró para que llegaran a ser profesionales comprometidos con sus entornos.
“Estos jóvenes y los profesores hemos debido adaptarnos a los nuevos requerimientos que demanda el proceso de enseñanza, aprendizaje en ambientes dinámicos y hay que hacerlo con mucha responsabilidad, porque a cargo de ellos estará el manejo de nuestro país, en cualquier componente del sistema y modelo de desarrollo que considera aspectos económicos, sociales, territoriales, ambientales, culturales, políticos, entre otros”, reflexiona, mientras se levanta rauda de su escritorio, con un alto de certámenes por corregir.
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