Escrito por Infofacea
mayo 20, 2022
Cinco colegas y compañeros de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas fueron distinguidos este año con el reconocimiento a su trayectoria profesional tras cumplir 25 y 30 años de servicios a la UdeC, en una ceremonia que se celebró este viernes 20 de mayo de 2022 en el Teatro Concepción, en el marco de una nueva conmemoración del Día del Trabajador(a) Universitario(a).
Fueron reconocidos por sus 30 años la secretaria del decanato, Jessica Avendaño Rodríguez y Paz Durán Miranda de Registro Académico, y el profesor del Departamento de Auditoría, Jorge Muñoz. Y quienes recibieron esta distinción por sus 25 años fueron el académico Iván Araya Gómez y Osvaldo Figueroa, encargado de Informática de la Facultad.
Algunos de ellos nos compartieron parte de esta vasta trayectoria laboral bajo el alero de la Facea UdeC.
Treinta años no es nada
Cuando Jessica Avendaño Rodríguez llegó por primera vez como practicante a registro académico en la Facultad Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción tenía 20 años. Hoy, con 50, mira hacia atrás y sus recuerdos más nítidos se traducen en afectos hacia quienes la acogieron en esos primeros años; como a Angélica Loyola Parra por ejemplo, que la recibió como alumna en práctica, para luego proponerla para un reemplazo de pre y post natal, que al terminar coincidió con un segundo periodo por la misma causa que le permitió quedarse por un tiempo más.
Solo alcanzó a estar un par de semanas sin trabajar, hasta que el vicedecano de ese entonces, don Jorge Márquez Yévenes a quien menciona con especial cariño la llamó para que volviera a registro académico en un horario vespertino, de 14:00 a 21:30 horas. A modo de anécdota recuerda que en ese tiempo para postular a un cargo se abría un proceso y se presentaban ternas, pero el vicedecano dijo que aunque le mandarán todas las ternas él quería de vuelta a su «pequeña maravilla», como le decía.
Más tarde vinieron algunos cambios y pasó a Administración con un horario más normal. Allí estuvo varios años, después fue a Contabilidad por un corto periodo, para luego regresar a Administración. Por un reemplazo posnatal, comenzó media jornada como secretaria de decanato y media jornada en el Depto de Administración, después de un tiempo asumió, ya a jornada completa, allá por 2011, como secretaria del decano don Juan Saavedra González.
Para entonces Jessica había formado familia y tenía a dos de sus tres niñas; la mayor Ángela que hoy es una arquitecta en ejercicio; la segunda, Francisca, que estudia pedagogía en Artes Visuales y la más pequeña Amanda (12 años) que actualmente, cursa el sexto año básico.
Hoy, al resumir sus 30 años de vida laboral, confiesa: «Soy una agradecida de la Universidad de Concepción, pues me ha permitido educar a mis hijas y estar con ellas en los momentos que me han necesitado. La Universidad me ha entregado tranquilidad y estabilidad laboral, entre muchas otras cosas y me siento muy orgullosa de ser parte de la comunidad UdeC».
Empezar a los 17
Era por allá por 1988 cuando Paz Durán Miranda (17) llegó a hacer su práctica como secretaria administrativa a la oficina de coordinación de horarios de la UdeC. Al terminarla se dio la posibilidad de un reemplazo largo hasta las vacaciones de verano. Y en abril del año siguiente la llamaron para un reemplazo el Fisiopatología en la Facultad de Ciencias Biológicas.
Terminado ese periodo trabajó un año “afuera”, pero siempre postulando a la UdeC, “porque había que pasar por un proceso bien largo”, dice. Y lo consiguió. A fines del 91 ingresó a Servicios Generales y de ahí en adelante ha ejercido su profesión ininterrumpidamente en la UdeC. El 92 fue a Sicología por casi 10 años y de ahí en adelante es que se cuentan sus 30 años de servicio. Estuvo después en Enfermería por unos meses y luego en la Facultad de Ciencias Químicas y en octubre de 2002 llegó a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UdeC a Registro Académico hasta el día de hoy.
Al recordar que la motivaba en los comienzos de su vida laboral a mirar siempre hacia la Universidad, sostiene que fueron las buenas experiencias que tuvo en su época de practicante. “El estar un año afuera después de mi práctica y mi primer reemplazo, me permitió comparar esas realidades y sin duda, siempre preferí estar acá. El hecho de estar en contacto con la gente, los jóvenes y todo ese mundo que se da acá adentro, que es como una ciudad, es algo muy enriquecedor y que no se encuentra en otra parte”, asegura Paz.
Desde Londres a la Facea
En 1997, a los 37 años, Iván Araya Gómez llegó a esta Facultad ya venía con una trayectoria académica importante, su grado de Ph. D. Economía de la Universidad de Nottingham (Inglaterra). Antes, del 86 al 89 había ejercido como profesor también en la casa de estudios británica. Más tarde, del 90 al 94 como Profesor Asociado Programa de Post-Grado de Economía, en el Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. (Cide) México, hacia donde llegó ya casado.
Una vez instalado de vuelta en esta su Alma Mater, donde realizó sus estudios de Auditoría, es que asumió en el año 2000 la dirección del Departamento de Economía durante dos periodos hasta 2004 para en 2006 ser designado como Director de Relaciones Internacionales e Institucionales de la UdeC, cargo que ocupó hasta 2018.
Como hitos relevantes de su trayectoria profesional dentro de la Facea está el haber impulsado la investigación y el postgrado y la capacitación de muchos jóvenes mientras fue director, posicionando al Departamento y al postgrado entre los mejores de Chile. Asimismo, destaca el haber el impulsado fuertemente la Facea y el Departamento de Economía dentro de la Sociedad de Economía de Chile (Sechi) siendo uno de los directores fundadores.
Por eso es que con motivo de este reconocimiento por sus 25 años de servicios, dice que no le queda más que agradecer a la UdeC y en especial en esta Facultad, el poder tener estos espacios únicos y tremendamente valorados que permiten por un parte desarrollar libremente la carrera académica en un entorno que sin dudas es el mejor, tanto en lo laboral como en el entorno natural del campus que es el mejor de todo Chile y probablemente uno de los mejores de América Latina.
Asimismo agradeció haber tenido la oportunidad de haber contribuido con un granito de arena a la Universidad en su política de internacionalización posicionándola entre las mejores de Latinoamérica. “Me siento complacido y agradecido de que la Universidad reconozca los años de servicio y a mi familia que incondicionalmente me ha entregado el apoyo para poder realizar todas las tareas profesionales que se me han encomendado».
Informático y chef aficionado
Un día, hace 26 años, Osvaldo Figueroa (48) vino a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción porque supo que se buscaba a alguien para apoyo informático. En esos momentos, cuenta él, había requerimientos importantes, ya que se desarrollaba un cambio tecnológico en la Facultad; cambio del sistema operativo y de computadores, por lo que llegó al lugar correcto en el momento justo.
Desde entonces y hasta hoy esta ha sido su única fuente laboral desde que egresó de la carrera de Informática en la Universidad Técnica Federico Santa María y que le ha permitido criar y educar a sus tres niñas, junto a su esposa.
Osvaldo recuerda que uno de los desafíos grande que debió abordar, fue cuando se construyó el ala nueva del edificio y que obligó a mudarse en parte a Arquitectura. Hubo que “cablear” una red provisoria, hubo que improvisar y conectar todo para estar operativos. Hito similar se produjo tras el terremoto de 2010 que generó bastante daño en los edificios, dice.
Para él la Facultad es el mejor lugar para trabajar. “Hay un buen ambiente. Me gusta conversar de actualidad con los docentes, sobre lo que está sucediendo y ellos también me preguntan de temas tecnológicos. Hay un feedback de opiniones que es muy enriquecedor”.
Más allá de su trabajo, Osvaldo es un carpintero aficionado, aunque admite que no le queda mucho tiempo. Sin embargo, a lo que sí le dedica más tiempo es a cocinar, porque todas las mujeres de su familia se lo piden. Entre los platos más celebrados y demandados por ellas están el lomo saltado, el caldillo de congrio y las pastas, y para garantizar unos resultados óptimos ha ido invirtiendo en utensilios profesionales. “Me gusta comer y por eso me gusta cocinar”, señala.
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