Desmoronamiento del orden liberal: ¿El fin de la historia? | FACEA UDEC

«No es necesariamente preocupante el desmoronamiento del orden liberal, sino la incertidumbre que genera la falta de una alternativa. ¿O será que el orden liberal capitalista se volverá a reinventar?»

Durante la semana pasada un importante medio internacional como es The Economist publicó un interesante articulo donde abordó el tema del desmoronamiento del orden internacional liberal. Esto se ha manifestado en la forma de un deterioro en las relaciones comerciales como políticas y sobre todo el de soluciones unilaterales que se contraponen a ese orden establecido por las instituciones que han gobernado nuestras relaciones desde fines de la segunda guerra mundial.

Se observa, según ese medio, una creciente guerra de subvenciones para la producción de bienes estratégicos como son nuevas tecnologías, especialmente lo asociado a tecnologías verdes. Al mismo tiempo, las disputas comerciales entre importantes y poderosos socios producto de conductas de dumping, el comercio desleal, proteccionismo, junto a la fragmentación de los flujos de capitales mundiales han dejado a un mundo más vulnerable, especialmente a las economías más pobres. Mas aún, las instituciones que se crearon para fomentar un orden liberal han perdido relevancia y eficacia como ha sido la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (IMF) y las Naciones Unidas (UN) en la solución de conflictos, la reducción de la pobreza, la estabilidad económica y el crecimiento.

No hace mucho Francis Fukuyama en su celebre libro El Fin de la Historia argumentaba que el liberalismo económico y político finalmente se ha impuesto en el mundo junto al agotamiento de las ideologías alternativa y con ello el fin de la evolución ideológica. Como planteaba el autor, el siglo XX fue testigo de las confrontaciones ideológicas entre el liberalismo, el absolutismo, el fascismo y en forma más reciente el marxismo con los riesgos de un apocalipsis nuclear. Sin embargo, el fin del siglo XX mostró las transformaciones económicas de China hacia un modelo económico liberal al igual que la Ex Unión Soviética y que conllevo la aceptación de los valores de la libertad económica y sobre todo el consumo occidental donde grandes cadenas de restaurantes y tiendas de ropa deportiva pasaron a ser parte del paisaje de esas sociedades. Este es el fin de la historia que planteaba Fukuyama.

La década del 2000 ha probado lo impreciso de esa tesis y lo dinámico que son los cambios que enfrenta la sociedad. Los nuevos retos como el cambio climático, la innovación y cambió tecnológico tecnológica, la nueva carrera espacial, la profundización de las desigualdades y el debilitamiento de las instituciones democráticas representan un reto para la sociedad en un entorno sin instituciones y/o sin reglas. Al mismo tiempo, la ausencia de un modelo alternativo que incorpore estas nuevas realidades genera un vacío intelectual y a la vez la imposibilidad de hacer predicciones para orientar la política pública y las transformaciones. El riesgo de la anarquía y con ello la violencia, el pillaje, las soluciones simples o populistas y la búsqueda grandes poderes que sueñan con los imperios de antaño son los riesgos que enfrentamos como sociedad.

El siglo XXI comienza con tareas inconclusas que tanto el modelo de democracia liberal capitalista y el marxista han fracasado rotundamente en reducir las brechas dentro de nuestra sociedad y entre países. No es necesariamente preocupante el desmoronamiento del orden liberal que observamos, sino la incertidumbre que genera la falta de una alternativa ¿O será que el orden liberal capitalista se volverá a reinventar en el siglo XXI?

Dr. Iván E. Araya Gómez, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción.

Columna opinión de El Sur, Viernes 17 de mayo de 2024