«Ha sido bien recibida la opción originada posteriormente, respecto del llamado ‘Nuevo pacto fiscal’ o ‘Nuevo pacto tributario’, destinado a analizar un proyecto de reforma tributaria.»
Luego de haberse rechazado en la Cámara de Diputados, el proyecto de reforma tributaria enviado por el Gobierno, surgió un marcado desaliento en las autoridades del sector económico por esta situación, que terminaría postergando parte importante del `programa del Gobierno, en particular sobre una serie de reformas sociales, estructurales y un conjunto de proyectos calificados de emblemáticos por autoridades de Gobierno.
Dado lo anterior, ha sido bien recibida la opción originada posteriormente, respecto del llamado «Nuevo pacto fiscal» o «Nuevo pacto tributario», destinado a analizar un proyecto de reforma tributaria, que previamente a su presentación cuente con una base de consenso mayor, originada en una discusión amplia entre una serie de partes interesadas en discutir y aprobar un nuevo proyecto de reforma tributaria.
Parece estar clara la necesidad de un nuevo, donde deben plantearse y discutirse todos los puntos donde hubo importantes desacuerdos entre las partes involucradas en el proyecto rechazado. Así se incorporan a este análisis una serie de expertos provenientes de centros de estudios, sectores empresariales, autoridades de Gobierno, etc., para poder conformar un nuevo proyecto que supere los desencuentros tributarios existentes. Aunque debe existir el debido cuidado de considerar que «muchos cocineros pueden terminar salando la sopa». Este era el camino que se debió seguir desde un principio, donde si bien participaron también diversas instituciones, no todas fueron consideradas en sus planteamientos, por eso es imprescindible llevar a cabo un análisis y discusión abierta, franca, transparente y pertinente sobre este tema.
Por otra parte, en cuanto a la carga tributaria vigente en el país, ésta ha sido calificada de baja por parte de la Ocde (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) así ha estimado una mediana de 20,7 % versus un 34,5 % por parte de países que forman parte de la Ocde. Si esto es así, resulta evidente lo anterior, pero estas cifras también han sido discutidas por parte de expertos nacionales, dadas las variables y las definiciones incluidas en este tipo de comparaciones. También se estima difícil llegar a alcanzar un 4,1 % del PIB, en la cantidad de recursos a recaudar, provenientes de una nueva reforma, porque siempre estas proyecciones han resultado ser muy optimistas.
Sí, parece haber acuerdo en que la carga tributaria se concentra más en algunos tributos, como el IVA (impuesto al valor agregado) y menos sobre el hecho gravado relacionado con el origen de la renta de las personas, situación conveniente de cambiar. De igual forma se empieza a cuestionar la base o la alta cantidad de personas naturales exentas de contribuir a la recaudación impositiva.
Si bien se va en la dirección correcta al volver a plantear un mejor proyecto de reforma tributaria, debería ser tratado con especial cuidado y en forma particular lo relacionado con el tema de la inversión, donde queden esclarecidos y garantizados meridianamente los incentivos a ésta, ya sea vía un sistema tributario integrado o desintegrado, para que de una vez por todas y en forma indiscutible esta variable tome toda la relevancia necesaria, para asegurar un crecimiento económico real y potencial de la economía nacional, y poder así solucionar problemas endémicos existentes en el país, siempre que se llegue al objetivo de plantear una inteligente y eficiente reforma tributaria.
Dr. Juan Saavedra González, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción. Columna opinión de El Sur, viernes 31 de marzo 2023 |
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