«Sin duda, en los objetivos respecto al cuidado del medio ambiente, cada vez se hace más evidente el apoyo de la mayoría de las economías, aunque importantes potencias industriales no demuestran excesivo interés por estos objetivos.»
En días pasados se reunieron en París gobernantes de un conjunto de países, y representantes de distintas instituciones, cuyo objetivo principal era echar las bases de análisis, para proponer al mundo un nuevo orden financiero internacional , que reemplace a las instituciones hoy día encargadas de hacer cumplir importantes funciones en el Sistema Financiero Internacional, a cargo, entre otras instituciones, del FMI, ( Fondo Monetario Internacional) y Banco Mundial, quienes deben fijar las condiciones necesarias, para la oferta de financiamiento a los países que lo soliciten.
También dentro de los objetivos principales de este encuentro estaba el buscar las fórmulas adecuadas y correctas que vengan en auxilio y beneficio de las naciones no pertenecientes al selecto grupo de naciones del primer mundo, como se les identifica, o naciones desarrolladas, sino principalmente de todo el conjunto de países participantes de la economía y comercio internacional.
De acuerdo con lo anterior y para mantener sus economías en buen nivel de funcionamiento, muchos países han debido endeudarse demasiado dentro del sistema financiero actual, en cifras que constituyen una pesada carga financiera difícil y existiendo, de por medio, exigencias difíciles de cumplir.
Las principales razones esgrimidas, para acordar cambios relevantes en materia del orden financiero internacional, provienen de países calificados como economías emergentes o países en desarrollo, los cuales reclaman distintas condiciones si se trata de superar situaciones relacionadas con el nivel de pobreza y por las dificultades que tienen, para cumplir con las exigencias a enfrentar en materias de financiamiento.
En este mismo orden se deben incluir los problemas originados por el cambio climático, donde el origen es compartido, aunque en diferentes proporciones, por las emisiones de las economías de aquellos países de mayor nivel de desarrollo, lo cual hace asimétricas las condiciones a enfrentar por uno y otro grupo de naciones, agregándose sobre todo a lo anterior, el nivel y costo del endeudamiento de las economías emergentes, cuyas cifras cada vez son más difíciles de disminuir.
Se han propuesto algunas fórmulas para lograr un mayor nivel de recursos destinados a apoyar estas iniciativas, conjuntamente con la conformación de una nueva arquitectura en el orden financiero internacional. En cuanto a los recursos necesarios, se menciona como una opción el hacer uso de los DEG (Derechos Especiales de Giro), por una parte y en proponer algunos tributos, como aporte de industrias de entre aquellas más contaminantes del medio ambiente.
Además uno de los principales objetivos de estas propuestas, sería aliviar el la carga financiera soportada por un número importante de naciones, las cuales necesitan salir del círculo vicioso de la pobreza y del empeoramiento del medio ambiente, requiriendo mejores condiciones y menores exigencias, en cuanto al costo y plazos de las opciones de financiamiento disponible para estos efectos.
Sin duda, en los objetivos respecto al cuidado del medio ambiente, cada vez se hace más evidente el apoyo de la mayoría de las economías, aunque importantes potencias industriales no demuestran excesivo interés por estos objetivos. Lo difícil es consensuar y poner en marcha estas propuestas, si no llagara a existir un real apoyo tanto de cooperación como de financiamiento.
Dr. Juan Saavedra González, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción. Columna opinión de El Sur, viernes 07 de julio 2023 |
Comentarios recientes