«Estos resultados hablan de un claro y esperanzador sentido común de la ciudadanía que debe contribuir a resolver los problemas actuales de nuestra sociedad con inteligencia y moderación.»
Sobre la base de encuestas de opinión, cuyo trabajo de campo (consultas) tuvo lugar inmediatamente antes de las celebraciones patrias, es posible conocer el «pulso» y percepciones de nuestra ciudadanía. Se tiene a la vista la Encuesta Plaza Pública Cadem correspondiente a la tercera semana de septiembre. No se aportan detalles metodológicos a su respecto porque se le asume conocida. Interesan, en este caso, sus resultados respecto de contenidos esperados para el texto constitucional, percepciones de progreso económico, problemas actuales de nuestra sociedad, etc. antes que respecto de la evaluación de los actores políticos los que, por lo demás, son difundidos por los medios de comunicación.
El 74% de los encuestados quiere que la nueva Constitución asegure la propiedad y heredabilidad de los fondos de pensiones. Un 73% se inclina para que Chile sea declarado un Estado Multicultural donde conviven diferentes culturas. El 68% prefiere que existan opciones de educación pública, privada o particular subvencionada para que cada padre elija y 67% que cada persona pueda elegir el sistema de salud que quiera, sea estatal o privada. El 60% se declara partidario de un Congreso bicameral, con diputados y senadores. La diferencia a cien de los porcentajes informados a cada atributo corresponde a quienes optan por la opción contraria, con algunas diferencias muy menores por los poquísimos casos de respuestas no sabe o no responde.
De lo anterior se siguen al menos dos comentarios. El primero es que está claro entonces por qué el rechazo al borrador constitucional propuesto por la Convención Constitucional se impuso nítidamente el pasado 4 de septiembre. Ofrecía exactamente lo contrario. Además, es notable constatar que la incorporación de los denominados «derechos sociales» al texto constitucional no está entre las aspiraciones de las personas probablemente porque comprenden, aún en el caso que tengan personal o familiarmente carencias que ese tipo, requiere de otras circunstancias para ser satisfechas. O sea, no basta ni asegura su obtención el mero hecho que consten en la constitución.
Otros instrumentos equivalentes, a nivel regional, nos ilustran respecto del «sentir» local. Interesante es constatar que, interrogados coterráneos de la Región del Biobío declaren (51%) que los principales problemas de nuestro país son delincuencia, narcotráfico y terrorismo y que la inflación, economía y sueldos lo son para el 23%. Sube la delincuencia a 58% de menciones si se pregunta por los problemas en nuestra región y otros aspectos, como la desigualdad y la salud, la corrupción, la educación y la política tienen entre 3 y 4% de opciones. ¿Y la constitución? Fue mencionada en el lugar 11 por un 1% de los encuestados. Contundente resultado si se considera que se viene saliendo del proceso constitucional culminado con el plebiscito. Hubo sondeo respecto de liderazgos políticos regionales siendo categórico -y lamentable- que 58% declarara que ninguno. De lo que resta, el gobernador regional se lleva la mayor proporción de menciones, con la cuarta parte de lo comentado. Dos datos adicionales: el 95% de los encuestados sostiene que la generación de empleo y el cuidado del medio ambiente son muy importantes y las autoridades deben asegurar las condiciones para que ambas sean compatibles; y respecto de la violencia que se vive en la Provincia de Arauco el 77% les atribuye el carácter de delitos terroristas. Estos resultados hablan de un claro y esperanzador sentido común de la ciudadanía.
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Sergio Escobar Miranda, Facultad Ciencias Económicas y Administrativas, Universidad de Concepción. Columna opinión de El Sur, Viernes 30 de septiembre 2022 |
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