» No es sorpresa qué el precio de la papa ha tenido grandes fluctuaciones de precios en el tiempo. Sin embargo, a pesar de esta volatilidad, no es suficiente para explicar lo que ha pasado en las últimas semanas.»
Uno de los fenómenos que llamó la atención de la opinión pública y del gobierno actual ha sido el sorprendente aumento del precio de las papas en los supermercados y ferias, después de las graves inundaciones en la zona central de nuestro país. Hemos visto como el precio del saco de papas de 25 kilos llegaba a bordear casi los 40 mil pesos en un espacio de tiempo muy corto. Llamaba la atención que solamente entre julio y agosto el precio subiera desde los 18 mil pesos hasta los 36 mil pesos, esto es en menos de 30 días el precio se duplicó.
Entre las explicaciones que se planteaban estaba la posibilidad de una colusión de precios, así como también problemas de oferta en el mercado producto de las inundaciones. Es importante y a la vez interesante reflexionar sobre lo que ocurre en este tipo de mercado, incluyendo la importancia de las expectativas, el manejo de almacenamiento de stock, y la volatilidad de este tipo de mercado.
Entre las cosas que hemos aprendido en este tipo de mercado es que es intrínsicamente volátil y que se mueve de un desequilibrio a otro. En otras palabras, desde un exceso de producción sobre la demanda a exceso de demanda (falta de producción) lo que hace que el precio tienda a fluctuar año a año en forma excesiva. No es sorpresa encontrar qué el precio de la papa ha tenido grandes fluctuaciones en sus precios a lo largo del tiempo. Sin embargo, a pesar de esta volatilidad no es suficiente para explicar lo que ha pasado en las últimas semanas. Por otra parte, es importante consignar que este sector ya viene de una reducción importante en la superficie sembrada y la producción en los últimos 10 años. Por ejemplo, los datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) muestran que la superficie sembrada total se redujo de 53 mil hectáreas en 2010/2011 a menos de 30 mil hectáreas en 2022/2023 y por lo tanto la producción en ese mismo intervalo de tiempo se contrae desde casi 1 millón setecientas mil toneladas a solo 843 mil toneladas. No es sorpresa entonces que la tendencia de precios de largo plazo sea al alza. Pero esto tampoco entrega una explicación de lo que ocurre en el corto plazo.
Es muy importante considerar lo que pasa con el manejo de stock. Conociendo el funcionamiento del mercado y las decisiones de sus actores, muchos de ellos pequeños y medianos concentrados fundamentalmente en la Región de los Lagos, la Araucanía y el Biobío, las inundaciones y las lluvias encuentran el stock de ‘papas de guarda’ , esto es, papas cosechadas en marzo de este año, a su nivel bajo y a la vez producto de las excesivas lluvia la generación de la expectativa de tener una siembra tardía más allá del mes de septiembre y octubre haciendo que el precio spot suba en forma significativa.
Es importante consignar que las regiones de O’Higgins y Maule donde se han concentrado las inundaciones su producción de papas son muy bajas relativo a la producción de papas en las regiones antes mencionadas teniendo poco impacto. Esto implica que esta baja de stock actual y la expectativa de una cosecha tardía ha implicado un alza significativa de su precio lo que resulta razonable como explicación. Junto a ello tenemos impactos importantes en las alzas de los insumos como son las fertilizantes, desinfectantes que frente a la inestabilidad climática con lluvia y sol hace imperiosa su utilización para evitar su deterioro producto de la presencia del ‘tizón’, un parasito que destruye la papa en su interior.
Dr. Iván E. Araya Gómez, Facultad Ciencias Económicas y, Administrativas, Universidad de Concepción. Columna opinión de El Sur, Viernes 08 de septiembre de 2023 |
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